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Trucos para proteger tu casa del frío y ahorrar energía al mismo tiempo (sin obra)

Aunque un correcto aislamiento es la mejor solución para mejorar el confort térmico de una vivienda y para minimizar el gasto en las facturas de energía, en este artículo enumeraremos unas sencillas instrucciones para proteger un espacio contra el frío que podemos llevar a cabo sin necesidad de realizar ninguna obra y que amortizaremos rápidamente. Aquí van unos sencillos trucos para proteger tu casa del frío y ahorrar energía al mismo tiempo:

5 trucos para proteger tu casa del frío y ahorrar energía

  1. Aislar el cajón de la persiana. Las cajas de las persianas enrollables suelen ser uno de los puntos débiles a la hora de proteger nuestras casas frente al frío, ya que son apenas unos milímetros de chapa los que separan nuestra vivienda del clima exterior y son un coladero de corrientes de aire frío. La solución más rápida es colocar paneles aislantes usando el espesor adecuado para no entorpecer el funcionamiento de la persiana y cintas herméticas en los puntos más débiles.
  2. Usar láminas aislantes en las ventanas. Las ventanas son uno de los puntos con mayores pérdidas de calor de toda la casa. Y sensiblemente más si la vivienda aún conserva ventanas antiguas de acristalamiento simple. Si no se pueden cambiar por ventanas de doble acristalamiento modernas, puede ser útil usar láminas aislantes delante del cristal.
  3. Aislar los nichos de los radiadores. En las zonas situadas más al norte y en zonas de montaña es habitual el uso de nichos de radiadores para que el aparato quede empotrado a la pared. En estos nichos, la pared que nos separa del exterior es de menor espesor y puede ser, por tanto, más sensible al frío exterior. Podemos ahorrar energía si añadimos una lámina termoaislante en la pared que hay justo detrás de los radiadores.
  4. Aislar las tuberías calientes. Si tenemos tuberías a la vista por las que circula agua caliente, lo mejor es aislarlas para no perder calor. En este caso, el ahorro dependerá del grosor del aislamiento de las tuberías y de la diferencia de temperatura entre la tubería y el aire.
  5. Reducir la temperatura ambiente. La forma más sencilla de consumir menos energía en calefacción es, sin duda, mantener una temperatura ambiente más baja. Por ejemplo, bajando dos grados la temperatura en un edificio antiguo, pueden ahorrarse casi 50 kilovatios hora (kWh) por metro cuadrado de superficie habitable y no sacrificaremos nuestro confort térmico si no abrimos puertas y ventanas descontroladamente. O acostumbrarnos a algo tan sencillo como apagar la calefacción por completo en aquellas habitaciones que no se estén utilizando.

En cualquier caso, como comentábamos al principio, un correcto aislamiento con materiales de calidad conseguirá que su domicilio o espacio de trabajo se convierta en un espacio confortable y sostenible durante décadas. Esta es la labor y la razón de la existencia de AISLASUR desde hace más de 40 años.