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Aislamiento de cámaras frigoríficas

Es evidente que el aislamiento térmico es la forma más eficiente de conservar el frío al minimizar la transmisión de energía calorífica entre dos o más espacios.

Para ello, usamos aislantes térmicos fabricados con materiales refractarios al paso de la energía. Elegir correctamente el material a emplear es fundamental para el correcto rendimiento de una cámara frigorífica.

Desde los inicios de los aislamientos térmicos se han usado diversos materiales, que van desde el corcho al poliestireno expandido, pero desde la segunda mitad del siglo XX, el material habitual es el panel sándwich.

El núcleo aislante de este material es el poliuretano (PUR), si bien también es frecuente encontrar núcleos de poliisocianurato (PIR) porque no solo es un buen aislante térmico sino que presenta un excelente comportamiento contra el fuego.

Tanto el PUR como el PIR son espumas rígidas celulares que se adhieren a dos caras, normalmente de chapa de acero galvanizado de un grosor mínimo de 0,5 mm.  y perfil grecado que las hace más resistentes y rígidas.

La unión de los distintos paneles sándwich debe asegurarse con precisión en el montaje de cada pieza y sellarse en la obra para evitar el paso de calor, la entrada de vapor de agua y la creación de puentes térmicos.

Estos paneles son la mejor solución para usar en cámaras frigoríficas y en naves industriales donde se elaboran o procesan alimentos. También en túneles de congelación o almacenes de conservación de producto congelado.

Sus principales características son:

  • Excelente modularidad: son fáciles de transportar y montar.
  • Ofrecen una amplia gama de espesores en su núcleo y de chapas metálicas de revestimiento en sus caras con distintos acabados.
  • Magnífica barrera anti- vapor.
  • Elevada resistencia al paso de calor.
  • Acabados higiénicos y sanitarios. Permite una fácil limpieza y estabilidad frente al ataque de microorganismos.
  • El coste es moderado.